Tras la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, se han producido cambios significativos en la estructura de la empresa. Una de las movidas más notables es el nombramiento de una ex-ejecutiva de Call of Duty como la nueva presidenta de Blizzard Entertainment. Esta decisión se produce en un momento en que Activision Blizzard enfrenta varios desafíos, incluyendo acusaciones de cultura laboral tóxica y demandas legales.

El nombramiento de una líder con experiencia en una de las franquicias más exitosas de Activision, Call of Duty, sugiere un enfoque renovado en la gestión y el desarrollo de juegos en Blizzard. La nueva presidenta tendrá la tarea de revitalizar la marca Blizzard, conocida por juegos icónicos como World of Warcraft, Overwatch y Diablo, y de abordar los problemas internos que han afectado a la empresa en los últimos años.
Este cambio es parte de una serie de movimientos estratégicos de Microsoft para integrar Activision Blizzard en su ecosistema de juegos y fortalecer su posición en la industria del entretenimiento interactivo. La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft es una de las más grandes en la historia de la industria de los videojuegos y representa un cambio significativo en el panorama competitivo.