En un giro inesperado en la disputa entre PepsiCo y Carrefour, la compañía estadounidense ha declarado que fue su decisión no vender más al supermercado, contradiciendo la versión inicial de Carrefour. Según PepsiCo, la ruptura se debió a la falta de acuerdo sobre un nuevo contrato de precios, y no a los aumentos de precios inaceptables afirmados por Carrefour.

PepsiCo aclaró que, ante la ausencia de un entendimiento sobre los términos del nuevo contrato, ellos tomaron la decisión de suspender los suministros a finales del año pasado. La compañía espera llegar a un acuerdo pronto para que sus productos vuelvan a estar disponibles en las estanterías de Carrefour.

Por su parte, Carrefour mantiene su postura, reafirmando que ellos tomaron la decisión de poner fin a la venta de productos PepsiCo por aumentos de precios inaceptables. Esta disputa refleja las tensiones entre proveedores y minoristas, especialmente en un contexto de inflación y presiones gubernamentales.

La situación entre PepsiCo y Carrefour es parte de un panorama más amplio de tensiones en la industria alimentaria, con incidentes similares ocurriendo en otros países. En Canadá, PepsiCo suspendió los envíos a Loblaw por más de un mes debido a desacuerdos en las negociaciones de precios, y en el Reino Unido, se produjeron suspensiones temporales de ventas de Kraft Heinz a Tesco y de Mars a la misma cadena.