Se ha descubierto una nueva forma de hackeo que afecta a dispositivos Windows a través de conexiones Wi-Fi, identificada como CVE-2024-30078. Esta vulnerabilidad permite a los hackers tomar control de los dispositivos y distribuir malware simplemente estando en la misma red Wi-Fi. La gravedad de esta amenaza se ha calificado como alta, con un puntaje de 8.8 sobre 10 en el Sistema de Puntuación de Vulnerabilidad Común. Microsoft ha respondido rápidamente instando a los usuarios a actualizar sus sistemas operativos para protegerse, especialmente aquellos que utilizan redes Wi-Fi públicas con frecuencia.

La implicación de esta vulnerabilidad es especialmente preocupante para usuarios que acceden a redes Wi-Fi en espacios públicos, como cafeterías o aeropuertos, donde el riesgo de interceptación es significativamente mayor. La comunidad de seguridad informática recomienda evitar el uso de redes Wi-Fi públicas no seguras y mantener los sistemas operativos y software de seguridad actualizados para combatir este tipo de amenazas.

Este incidente subraya la importancia de mantener prácticas de seguridad robustas y actualizadas, especialmente en un mundo donde las conexiones inalámbricas son omnipresentes y a menudo se toman por sentado.