Adidas ha registrado su primera pérdida anual en más de tres décadas, sumando a las dificultades la caída de ventas en América del Norte. La marca alemana de ropa deportiva perdió 75 millones de euros en 2023, un descenso notable desde los 612 millones de ganancias del año anterior. Este revés financiero se produce después de que Adidas cortara lazos con Kanye West en octubre de 2022, suspendiendo las ventas de la lucrativa línea de tenis Yeezy, lo que resultó en una pérdida de ingresos aproximada de 500 millones de euros.

La compañía ha experimentado descensos en varias áreas de negocio y geográficas, con reducciones significativas en América del Norte y la región EMEA, mientras que en China los ingresos se mantuvieron estables. En un esfuerzo por revertir esta tendencia, Adidas ha implementado estrategias para liquidar el inventario restante de Yeezy y ha buscado impulsar otros productos populares. A pesar de los desafíos, las acciones de Adidas han mostrado recuperación, superando a competidores como Nike y Puma desde la llegada del nuevo CEO, Bjørn Gulden.
Para 2024, Adidas se enfoca en el crecimiento de ingresos a través de la expansión de sus franquicias y la mejora de su gama de productos, anticipando un aumento en las ventas a un ritmo medio de un dígito. La empresa también espera lograr un beneficio de explotación de unos 500 millones, a pesar de los efectos adversos de las divisas y el contexto de retos macroeconómicos y tensiones geopolíticas. Este periodo de transición para Adidas subraya los desafíos de mantener la relevancia y rentabilidad en el competitivo mercado de ropa deportiva.