Una empresa en Glasgow, Escocia, intentó innovar en el marketing de experiencias al promocionar una inmersión en el mundo de Willy Wonka utilizando imágenes generadas por inteligencia artificial. A pesar de las expectativas creadas por las impresionantes imágenes promocionales y un precio de entrada de $40 dólares, los asistentes se encontraron con una realidad muy distinta, resultando en una experiencia decepcionante que no cumplió con lo prometido.




El marketing de experiencias busca evocar emociones positivas y crear conexiones duraderas entre los consumidores y la marca. Sin embargo, este incidente subraya la importancia de alinear las expectativas generadas por la promoción con la realidad de la experiencia ofrecida. A pesar de la creciente popularidad de este tipo de marketing, casos como este demuestran los desafíos y la necesidad de una ejecución cuidadosa para garantizar el éxito y la satisfacción del cliente.