Netflix ha dado un paso audaz al adquirir los derechos exclusivos de Monday Night Raw de la WWE en varios territorios, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y América Latina. Este acuerdo, estimado en más de $5 mil millones, marca la primera vez que el popular programa de lucha libre se aleja de la televisión de cable tradicional y se traslada a una plataforma de streaming.

El contrato, que se sugiere es a largo plazo con una duración aproximada de 10 años, refleja la estrategia agresiva de Netflix para diversificar su oferta y atraer a una audiencia global. Este movimiento no solo cambia la forma en que se consume este tipo de contenido, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la televisión de cable y el impacto de los servicios de transmisión en la industria del entretenimiento en vivo.
Monday Night Raw, que ha sido el buque insignia de USA Network de NBCUniversal, cuenta con una audiencia impresionante de 17.5 millones de espectadores anuales. Este acuerdo exclusivo con Netflix podría cambiar drásticamente la dinámica de la competencia en el ámbito de la transmisión en vivo, llevando a otras empresas a considerar estrategias similares para asegurar contenido atractivo.

Este movimiento resalta la creciente importancia de las plataformas de streaming como jugadores clave en la adquisición de contenido premium y cómo están redefiniendo la forma en que los espectadores consumen programas icónicos, incluso aquellos arraigados en la televisión por cable tradicional.